La
mente es un mecanismo.
No tiene inteligencia.
La
mente es un bio-computador.
¿Cómo
puede tener inteligencia?
Tiene
aptitudes, pero no tiene inteligencia, tiene una utilidad funcional, pero no
tiene consciencia.
Es
un robot.
Trabaja
bien, pero no la escuches demasiado porque perderás tu inteligencia interior.
Es
como si le pidieras a una máquina que te guiara, que te dirigiera.
Se
lo estás pidiendo a una máquina que no tiene en sí nada de original –no puede
tenerlo.
Ni
un solo pensamiento de la mente es original, siempre es una repetición.
Observa:
Siempre que la mente dice algo, fíjate cómo de nuevo te está metiendo en una
rutina.
Trata
de hacer algo nuevo y la mente te tendrá menos dominado.
Las
personas que son creativas en algún aspecto siempre se transforman fácilmente
en meditadores, y las que no lo son en su propia vida tienen dificultades para
alcanzar tal transformación.
Si
vives una vida repetitiva la mente tiene demasiado control sobre ti:
no te
puedes alejar de esto, tienes miedo.
Haz
algo nuevo cada día.
No
escuches a la vieja rutina.
De
hecho, si la mente dice algo, respóndele:
«Eso lo hemos estado haciendo
siempre. Ahora vamos a hacer otra cosa».
Incluso
cambios pequeños... en el modo que te has estado comportando siempre, pequeños
cambios; en la manera que caminas siempre, pequeños cambios; de la manera que
siempre hablas, pequeños cambios... y te encontrarás con que la mente está
perdiendo su influencia sobre ti.
Te
vas haciendo un poco más libre.
OSHO